Los alimentos procesados que conocemos como comida rápida o fast food son aquellos que en gran medida “nos salvan” cuanto tenemos poco tiempo para cocinar, un antojo, o queremos hacer una celebración.
Todos tenemos una marca o un establecimiento preferido donde satisfacer la necesidad de consumo o de comodidad; también, en lo individual, tenemos frecuencia de compra y predicción por los acompañamientos que usamos para dichos alimentos, pero, ¿realmente sabemos lo que estamos comiendo?
En Sergio Valle Informa, el economista Alejandro Romero habló particularmente sobre el producto que ha resultado de representatividad y orgullo mundial para los hermosillenses; el hot dog, sí, ese alimento con el que entramos en rivalidad con otros municipios como Ciudad Obregón o Guaymas.
Al respecto, Romero señaló que la Universidad de Michigan abordó el tema, basándose en un estudio de las enfermedades diagnosticadas a nivel mundial en 2016, en el que se detallan los problemas de salud que más padece la población, entre ellas algunas crónicas, relacionadas con los hábitos alimenticios como la diabetes y el glaucoma.
Los investigadores midieron los minutos de vida saludable de los alimentos que comemos de manera frecuente, los más populares, y encontraron que también son los más dañinos y que te quitan minutos de vida, no en general, pero sí saludables.
Es probable que entre un gran grupo de personas, la mayoría sucumba por tener en su mano y luego en su boca un hot dog con el pan calientito y una salchicha, caliente también, envuelta en tocino, acompañado de pequeñas cantidades de verdura como lechuga y tomate, salsas, algún producto tipo queso y otros aderezos, de los que cada vez surgen más.
Pues, resulta, que este “manjar” utiliza carne de res que es uno de los principales productos que resta minutos de vida saludable, además se utilizan químicos y conservadores para procesar la carne; se acompaña con carne de puerco -en el caso del tocino- y se utilizan productos como el queso que no es queso; servido -además- en un pan preparado con harinas procesadas.
Al consumir tan solo uno de estos hot dogs, restamos 36 minutos de vida saludable según los investigadores de la Universidad de Michigan. Sí, 36, ¿cuántos te comes, y cada cuánto tiempo?
Los investigadores señalan que hay que limitar el consumo de estos alimentos para tener una vida libre de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, problemas cardiacos y renales, por mencionar solo algunos.
Además, en comparación con este alimento hay unos que entran en la comida rápida y que no te restan tantos minutos de vida, como por ejemplo, una rebanada de pizza solo te consume 1.4 minutos de vida saludable, y una orden de alitas (de alrededor de 85 gramos), te consumen 3.3 minutos.
No obstante, los investigadores también sugieren el consumo de alimentos que te ayudan a compensar los minutos que ya perdiste al comer un hot dog calientito, que piensas que es mejor que el que preparan en otros lugares donde tú no estás.
Quizás debas plantearte comer cacahuates, salmón al horno, arroz o frijoles en lugar de un filete, y así ganas de 10 a 15 minutos de vida saludable; comer frutas, verduras, nueces, legumbres y mariscos de vez en cuando te llega a ganar 48 minutos; y en el caso de las carnes blancas, lácteos , huevo y cereales, consumiéndolos de manera moderada te ayudan a que no pierdas minutos de vida saludable, pero tampoco los ganas.
Lo más recomendable para tener hábitos de consumo saludables es leer las etiquetas de los productos, o hacer un cálculo del contenido cuando lo que vas a comer no venga en paquetes que te lo indiquen.