Mientras Donald Trump rendía protesta como nuevo presidente de Estados Unidos, en la frontera de México, la aplicación CBP One anunció que las citas existentes ya no son válidas y dejó de funcionar para programar nuevos turnos de gestionar el ingreso legal de migrantes a la Unión Americana.
Apenas Donald Trump pronunciaba su discurso que fijó límites claros y rígidos para los migrantes a Estados Unidos cuando, en el albergue Juventud 2000, de Tijuana, en Baja California, familias lloraron mientras revisaban con desesperación sus teléfonos móviles y hacían llamadas a otras personas que conocieron en el camino a este estado para avisarles que CBP One quedó inservible.
Mientras en la garita de Nogales, Sonora, con maletas en mano, un grupo de casi una docena de migrantes venezolanos y colombianos, entre ellos menores de edad, fueron informados de que las citas para el CBP One habían sido ya canceladas.
A prácticamente unos metros de Estados Unidos y con rostros de preocupación y tristeza, el grupo de migrantes analizaba que hará tras esta decisión migratoria del nuevo gobierno encabezado por el presidente Donald Trump.
En su discurso de investidura como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, reiteró que expulsará a quienes permanecen ilegalmente en su país, considerándolos criminales y anunció la ley que declara terroristas a los cárteles mexicanos del crimen organizado.