Según datos del INEGI, la construcción de vivienda en México mantiene la misma aportación al PIB al menos desde hace una década al representar entre el 5 y 6%.
Sin embargo, no deja de ser una actividad generadora de empleos que además impulsa el desarrollo urbano y 80 ramas de actividad (grava, arena, piedra, cemento, aluminio, servicios financieros, transporte de carga e impuestos) etc.
Durante el periodo 2013-2023, su comportamiento fue errático y en varias ocasiones menor que el promedio nacional.
Ejemplo reciente el 2023, donde el PIB creció a una tasa anual del 3.2% mientras que la vivienda aumentó prácticamente la mitad, en 1.6%.
En ese año la vivienda genero más de 2 millones de empleos esto es el 5.4% de los empleos totales alcanzados con la construcción de 130 mil viviendas.
Ahora bien, las perspectivas para 2025 lucen alentadoras dado el interés del presente gobierno federal por generar vivienda nueva acompañada de acciones secundarias en vivienda usada y remodelaciones.
Un botón de muestra en particular se observa en el paquete económico 2025 en el que la SEDATU, secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano es de las grandes ganadoras en materia de asignación de recursos presupuestales con una partida de 38,048 millones de pesos,183% mayor al recurso aprobado en 2024.
Dichos recursos serán operados por la CONAVI, la comisión nacional de vivienda e irán dirigidos a la vivienda social con alrededor de 150 mil acciones de las cuales 50 mil serán vivienda nueva y el resto para mejoramiento y ampliación.
Por otra parte, vivienderos como RUBA empresa privada con ingresos y utilidades de doble digito traen expectativas de crecimiento importantes tanto en vivienda horizontal como vertical en renta en varias regiones del país.
Interesante resulta que las desarrolladoras pongan atención en la vivienda vertical dado el déficit habitacional que hay en el país superior a los 8.5 millones de viviendas.
No hay que olvidar que la vivienda vertical poco a poco va creciendo dado el cambio de tendencia poblacional sobre todo en los jóvenes que se adaptan más fácilmente a este esquema que arroja beneficios medibles en cuanto a desplazamientos y movilidad urbana.
Esperemos que estas expectativas se cumplan en la medida que vayan disminuyendo la inflación y las tasas de interés variables sumamente importantes para el ofrecimiento de mejores tasas hipotecarias y plazos.
Por otra parte, en los últimos años la colocación de crédito hipotecario se ha orientado en un 60% a la vivienda usada conocida como mercado secundario y seria importante ahora dar un buen empujón a la comercialización de vivienda nueva.
Pero bueno, esperemos que las expectativas de crecimiento económico propuestas en el paquete económico 2025 entre el 2 y 3% se cumplan ya que las expectativas del Banco de México y otros organismos sostienen que la economía si bien nos va crecerá un poco más del 1%.
Hay que observar con cuidado el comportamiento del déficit fiscal y el manejo racional del gasto público el cual dependerá de varios supuestos no se diga de la relación comercial con nuestros vecinos del norte que amenazan con subir aranceles.
Por último, más nos vale estar atentos y entender el contexto actual de las reformas económicas, laborales, jurídicas en puerta que en vez de crear certidumbre, espantan las posibles inversiones al país y que abonan muy poco a la rentabilidad y productividad de las empresas y los recursos humanos.
HE DIXI