Comenzaré con una cita de Borges que dice “el éxito y el fracaso son dos impostores nadie fracasa tanto como cree y nadie tiene tanto éxito como supone”. Algo así pasa con el programa social Sembrando Vida que arranca al inicio del sexenio pasado.
En cuanto a sus fines que nadie discute de lograr la autosuficiencia alimentaria, el desarrollo social de los productores y la aportación a la degradación ambiental y el calentamiento global suena bien, aunque no hay suficiente información a la fecha que lo respalde.
Se dice que en 6 años se han cubierto más de un millón de hectáreas beneficiando a 238,289 sembradores y trabajadores en 26,850 localidades y 8827 ejidos.
Con estos datos viajo la presidente Sheinbaum al G20 en Brasil destacando la propuesta de implementar este programa en todos los países integrantes sobre todo en el tema de la reforestación.
A reserva de medirlo con indicadores serios el programa ha sido exitoso clientelarmente entregando 5 mil pesos a sembradores con extensión de 2.5 hectáreas.
Estamos hablando de comunidades sustentables de tierra libre de uso, pobladores mayores de edad y con ingresos inferiores a la línea de bienestar rural cuyas acotaciones son evaluables si solo si, hay la voluntad de hacerlo.
Lamentablemente la 4T va por otro carril al desaparecer órganos autónomos y reconcentrar el poder en el ejecutivo siendo juez y parte y bueno así menos habrán de informar al respecto.
Pero bueno, a poco no sería alentador contar con información que nos permita conocer en que se gasta, como se gastan nuestros impuestos y que resultados se alcanzan.
Como en el corrido del moro de Cumpas se acabarían dudas ya que gran parte seguimos pensando que son más clientelares que otra cosa y con justa razón, cero transparencia y opacidad de sobra.
Como dice el clásico refrán no se puede ser candil de la calle y oscuridad de su casa, ya es hora de que surja un ente u organismo serio que no solo audite el padrón de beneficiarios que existen, sino que vaya más allá.
Ya nos urge evaluar el impacto de este programa si llega a tenerlo a nivel de las regiones ya que se mencionan 24 estados del país y es hora de ver donde se han invertido 6 años de recursos presupuestales, para mí que el sur y sureste han sido los ganones, pero desconozco la proporcionalidad.
Será importante conocer las cooperativas, ejidos, personas físicas, asociaciones y organizaciones colectivas beneficiadas con resultados tangibles en materia de degradación ambiental, forestación, sustitución voluntaria de cultivos, etc.
A estas alturas mínimo deben existir arboles frutales y bueno algún maderable quizá, que sea el producto final tangible ya que bien dice la biblia, por los frutos los conoceréis.
Hay algunos datos interesantes que pergeñé y que compara el supuesto cambio de los cultivos ilícitos-mariguana y amapola- por el sembrado de árboles y cultivos.
Sin embargo, la estadística agrícola oficial muestra, por ejemplo, que en Guerrero no tuvieron ningún impacto.
Por el contrario, la superficie sembrada ilegal no bajo, sino que aumento y la legal disminuyo 6 % a lo largo del sexenio de abrazos y no balazos.
Debe estar orgullosa la 4T de sus siervos de la nación que operan a contentillo este programa cuyas reglas de operación son cuestionables y generan más dudas que certezas.
HE DIXI.