El desafío para la autonombrada “Presidenta de la educación”, Claudia Sheinbaum, no es menor, pues no sólo deberá poner énfasis en la recuperación de aprendizajes, sino hacer frente al reto de dotar a las escuelas de las condiciones de infraestructura y equipamiento indispensables, dijo el organismo civil Mexicanos Primero, que dirige Patricia Vázquez del Mercado.
“Es crucial que Claudia Sheinbaum dé respuesta eficaz a estas problemáticas para garantizar a estas y futuras generaciones el pleno ejercicio de su derecho a la educación que se materializa en el derecho a aprender”, indicó.
En un análisis del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador en materia educativa, la ONG señaló que no priorizó el aprendizaje porque no mejoró el porcentaje de estudiantes que obtiene al menos el nivel de dominio básico en las áreas de lectura y matemáticas de la prueba PISA-OCDE.
Destacó que los resultados más recientes de la prueba PISA que se aplicó en 2022 indican un retroceso considerable, ya que en el nivel básico de dominio se ubicaron dos tercios de los estudiantes en matemáticas, y alrededor de la mitad en lectura y ciencias.
“Para Mexicanos Primero el derecho a aprender se concreta cuando el gobierno garantiza a las niñas, niños, adolescentes y jóvenes la triple inclusión: estar, aprender y participar en la escuela”, agregó
Precisó que esta administración no priorizó el aprendizaje porque la primera condición es estar en la escuela, y la cobertura educativa sobre todo para la primera infancia; y para niñas y niños en educación básica que provienen de las familias de menores ingresos no mejoró; y aunque mejoraron los indicadores de abandono escolar en el caso de media superior, todavía se van cada año 1 millón de estudiantes.
Argumentó que tampoco resolvió el reto de dotar a las escuelas de las condiciones básicas de infraestructura y equipamiento para garantizar a las y los estudiantes entornos favorables al aprendizaje: lavabo de manos, agua potable, electricidad, sanitarios, computadoras, servicio de internet y, además, instalaciones y materiales educativos para personas con discapacidad. En este último caso, el 28.4% de las escuelas de educación básica y 40% de media superior cuentan con infraestructura adaptada.
Sobre el cumplimiento de las metas del Programa Sectorial de Educación, resaltó que se encontró que por grupo de población los más afectados fueron: jóvenes en educación media superior o superior; niñas y niños de 0 a 5 años, y la población que se ubica en los primeros cuatro deciles de ingreso, o sea, quienes tienen los ingresos más bajos, con promedios mensuales estimados de entre 4 mil 700 y 10 mil 300 pesos.
Expuso que la cobertura a nivel nacional se redujo para niñas, niños y jóvenes de las familias de más bajos ingresos. En educación básica, bajó de 92.3% a 90.9%; y en media superior, pasó del 76.4% al 75.9%. La escolarización de la población que percibe los más bajos ingresos es fundamental para fomentar la movilidad y la igualdad sociales en un país como México, con una alta desigualdad en la distribución del ingreso total.
Añadió que, durante este gobierno, la cobertura en educación media superior se mantuvo prácticamente igual con solo 8 de cada 10 jóvenes en este nivel educativo. En educación superior, en cambio, hay un incremento considerable del 38.5% al 43.8%, aunque no se alcanzó la meta programada del 50%. Aquí se destaca el aumento de la escolarización de las mujeres que tuvo un ascenso importante, del 39% al 47%.
En cuanto a la atención educativa a niñas y niños en programas para la primera infancia, abundó, la cobertura disminuyó.
Entre los niños de 0 a 2 años, se redujo del 9 al 5.7%; y en el grupo de 3 a 5 años, descendió del 79.8% al 76.2%. Considerando la importancia de la educación durante la primera infancia, estos datos revelan la urgencia de revertir estas tendencias para que niñas y niños cuenten con servicios educativos que aseguren su desarrollo integral que les proporciona las bases para seguir aprendiendo y les garantiza trayectorias educativas completas, acotó la organización.
Dijo que para garantizar el derecho a aprender la Secretaría de Educación Pública (SEP) se planteó la meta de lograr que 29 de cada 100 inscritos a la primaria logre concluir sus estudios de educación superior.
El avance reportado es del 26.7%. Esto significa que solamente una cuarta parte de quienes inician la primaria, 17 años después, cuentan con trayectorias educativas completas, explicó.
Medido a partir de los indicadores de eficiencia terminal, datos de la SEP indican que en el ciclo escolar 2022-2023 en primaria fue 97.2%, cuya matrícula es de 13.1 millones de estudiantes; de 90.9% en secundaria, donde la matrícula es de 6.2 millones de estudiantes; y 72.9% en educación media superior con una matrícula de a 5.3 millones de estudiantes. Es decir, el problema de la eficiencia terminal afecta, en primaria, 366 mil estudiantes; en secundaria a 564 mil; y en media superior, a 1.4 millones de estudiantes.
Por otra parte, dijo, está el problema del abandono escolar que es más grave en educación media superior, donde todavía 1 de cada 10 estudiantes, aproximadamente 1 millón, deja la escuela. En menor medida la dejan los adolescentes de educación secundaria, donde el porcentaje es de 3.2%, equivalente a cerca de 200 mil estudiantes; y, en primaria el abandono de 0.1%, significa que 13,100 estudiantes abandonan la escuela.
Señaló que una de las condiciones fundamentales para garantizar el derecho a aprender de las niñas, niños y adolescentes, es contar con docentes en el aula y en constante formación.
Indicó que este gobierno que concluye hoy, priorizó la asignación de plazas como reconoce el 6 Informe de Labores de la SEP, como resultado del proceso de admisión se asignaron 124 mil 616 plazas en el ciclo escolar 2023-2024 y 62 mil 6 bases a maestras y maestros en educación básica. Sin embargo, destinó 96 pesos al año por docente para su formación continua.
Resaltó que este gobierno redujo los recursos para la formación continua de maestras y maestros a pesar de haber hecho un cambio en el modelo educativo, elaborar nuevos libros de textos y haber transitado por 18 meses de pandemia con las escuelas cerradas y con las consecuentes pérdidas de aprendizajes que hasta la fecha no se han recuperado.
“El sexenio de Andrés Manuel López Obrador que termina hoy le quedó a deber a las niñas, niños, adolescentes y jóvenes. Deja como herencia a Claudia Sheinbaum retos significativos que requieren atención impostergable: eficiencia terminal, cobertura en educación inicial, media superior y superior, escolarización de la población de menores ingresos y, destacadamente, la evaluación de logros de aprendizaje de niñas, niños y jóvenes de educación básica y media superior”, enfatizó.