Claudia Pavlovich Arellano dio su último Grito de Independencia como gobernadora de Sonora, acompañada de un pequeño grupo de autoridades que incluye a la alcaldesa de Hermosillo Celida López, al presidente del Congreso del Estado, Luis Colosio Muñoz, al presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Francisco Gutiérrez, y al comandante de la IV Zona Militar, Jorge Ambia Minero.
Sin verbena, sin aglomeraciones en la Plaza Zaragoza y sin fuegos pirotécnicos, la tradicional ceremonia que en esta edición conmemoró el 210 aniversario del Grito de Independencia, el acto protocolario se transmitió por televisión y por redes sociales, en seguimiento a las medidas recomendadas por salud para prevenir el contagio de Covid-19.
La ceremonia que fue grabada con anticipación y en los patios de Palacio de Gobierno hubo una limitada presencia de niños a quienes la mandataria saludó y expuso la importancia de la obediencia y de la historia; también se dirigió a un grupo de trabajadores de la salud a quienes agradeció su trabajo y su esfuerzo, por ofrecer hasta sus vidas por la dura batalla que ha dado el coronavirus en la entidad.
En este espacio también estuvo la Banda de Música del Gobierno del Estado y el grupo de danza folclórica Tradición Mestiza.
La ceremonia inició con la entrega de la bandera nacional a la mandataria por parte de la escolta del 73 Batallón de Infantería.
Pavlovich recordó a los héroes de la patria y gritó ¡Viva México! ¡Viva Sonora!, para posteriormente ondear la bandera y tocar una pequeña campana colocada en un balcón que se construyó para la ocasión, apoyado en el barandal del segundo piso de Palacio de Gobierno que da al patio central.
En esta atípica celebración no hubo pirotecnia pero sí una pequeña lluvia de confeti tricolor que cayó sobre los invitados especiales.