Tomado de: Redacción / LPO
Ya lleva un mes la huelga en las instalaciones de la siderúrgica ArcelorMittal en Michoacán. Es un conflicto que afecta al sindicalista minero Napoleón Gómez Urrutia porque ocurre en la sección a la que supuestamente él pertenece, la 271. Esa inscripción es la que justifica que pueda conducir el sindicato a pesar de que no se conocer que haya realizado actividades en dicho sector de la economía.
En la Secretaría de Gobernación domina la teoría de que en realidad “Napo” perdió el control de esa sección a manos de Mario García, un liderazgo disidente en la sección más importante de dicho sindicato, la que más aporta a las arcas de la organización.
La huelga ha frenado la producción de más de 300 mil toneladas de acero. Gómez Urrutia le suspendió en 2019 los derechos sindicales a García. Pero recientemente García los recupero y aprovechó la molestia de la base por un monto muy bajo de reparto de utilidades para organizar una huelga al margen del Comité Nacional del sindicato
A este problema se suma la falta de llegada de Gómez Urrutia al entorno de Claudia Sheinbaum. En las últimas semanas ha buscado con insistencia un encuentro con la futura presidente y se le ha negado.
Tampoco habría demasiada sintonía con Ricardo Monreal, futuro jefe de los diputados morenistas, que tiene otros contactos en el mundo sindical que a su vez rechazan a Napo.
