Bree Blakeman, doctora en antropología de la Universidad Nacional Australiana en Canberra, entró un día de esta semana en su despacho y se encontró que todo estaba patas arriba. Sus pinturas aborígenes sobre cortezas, que tenía apoyadas en las estanterías, se encontraban todas esparcidas por el suelo, en el que también había rollos de mapas, explicó Blakeman al portal Bored Panda.
En un primer momento, la mujer pensó que alguien había irrumpido en su despacho, pero enseguida encontró al intruso. En un rincón de su escritorio, escondido detrás del ordenador, había un pósum (no confundir con las zarigüeyas) que la miraba con ojillos asustados. Al parecer, el tímido animalito había caído desde el techo.
Como los pósums son animales nocturnos y ese día hacía mucho sol, el animal ni siquiera hizo amago de huir. De hecho, su captura se prolongó por espacio de dos días: el marsupial hacía caso omiso a las frutas frescas y al transportador que trajeron especialistas y, finalmente, se marchó cuando quiso por donde había venido, no sin olvidarse de tomar un poco de agua y comerse una zanahoria.
La foto del marsupial en el lugar de los hechos se hizo viral en las redes, identificándose muchos usuarios con la pose del pósum, arrinconado y con la expresión resignada, triste y algo apurada de su cara.
“Yo tratando de ser positivo un lunes”, escribió un usuario.
Fuente actualidad.rt.com