Son muchas las voces las que advierten que el Gobierno federal actual entregará a la próxima administración finanzas públicas sostenidas con alfileres.
En esta ocasión, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), México Evalúa y México ¿Cómo Vamos? fueron los organismos privados quienes manifestaron su preocupación sobre la situación fiscal del Gobierno federal.
Advirtieron que el desempeño de 2023 y lo previsto para 2024, no aseguran la estabilidad fiscal, ni garantizan los derechos de los ciudadanos.
Aunque reconocen que la recaudación tributaria ha llegado a máximos históricos, no es suficiente para compensar la baja en los ingresos petroleros.
Al quinto año de Gobierno, los ingresos federales totales acumulan un incremento real de apenas 6.7%, frente a 2018, precisaron. En contraste, durante el sexenio anterior los ingresos aumentaron 14.7%.
Por otra parte, añadieron, los ingresos petroleros en 2023 cayeron 31% respecto a 2022, y se ubicaron en su segundo menor monto en los últimos 15 años, esto a causa de la reducción del precio del petróleo y la apreciación del peso, pero también por el estancamiento de la producción de crudo de Pemex.
Recalcaron que no existe un plan para sustituir la caída de los ingresos petroleros y en lo que va del sexenio, acumulan una baja de 14.5%, que se suma a la disminución de 44.4% registrada durante el sexenio de Peña Nieto.
La situación de Pemex es tan grave que el Gobierno ha tenido que inyectarle recursos. Los tres organismos detallan que tan sólo por transferencias financieras, entre enero de 2019 y septiembre de 2023, Pemex ha recibido 993 mil millones de pesos y se le concedieron reducciones en el cobro de Derecho por la Utilidad Compartida por otros 457 mil millones.
Pese a que los ingresos tributarios sí tuvieron un incremento del 12% en 2023, puntualizaron, fueron insuficientes para compensar los bajos ingresos petroleros, y también fueron menores a lo programado.
Como resultado, señalan que se han hecho recortes discrecionales a sectores vitales como la salud pública, la educación y la seguridad. Subrayaron que las medidas de austeridad fueron aplicadas sin planeación y sin considerar las necesidades de la población, ni las posibles afectaciones.
Uno de los sectores más perjudicados fue el de salud, cuyo gasto ascendió a 808 mil millones de pesos en 2023, una caída de 3.4% frente a 2022. Esto se debió a que los distintos sistemas del sector público federal dejaron de gastar en conjunto 60 mil millones de pesos aprobados, lo que es el mayor recorte al gasto en salud registrado en los últimos 20 años, enfatizaron. A pesar de estos ajustes, el IMCO, México Evalúa y México, ¿Cómo Vamos? alertaron que no se ha podido limitar el endeudamiento creciente.
Explicaron que el problema con el alto endeudamiento es el pago de intereses que resta recursos para otras áreas del gasto. En 2023, el servicio de la deuda llegó a un máximo no visto desde la década de los noventa, al representar 3.3% del Producto Interno Bruto (PIB).
Para 2024 el problema empeorará, advirtieron. El endeudamiento aprobado por 5.4% del PIB obligará a las siguientes generaciones a pagar esa deuda, limitando la disponibilidad de recursos para derechos como la salud, educación, seguridad, cuidados, desarrollo de las infancias, entre otros.
Así, hoy 3 de cada 5 pesos del presupuesto federal ya están comprometidos en 3 rubros: pago de intereses de la deuda, pago de pensiones y participaciones y aportaciones a estados y municipios. Por ello, anticiparon que será muy difícil reducir la trayectoria de endeudamiento en 2025 y en años posteriores, sin un incremento sustancial de los ingresos o la aceleración del crecimiento económico.
De esa potencia es la dinamita encendida que entregará este Gobierno a la próxima administración. Y una vez más queda la pregunta para los ciudadanos: ¿Continuidad o cambio?
Twitter: @gomezreyna