Resulta que de nuevo le salen las cosas mal a Napoleón Gómez Urrutia, y peor aún a sus agremiados.
Lo que queda de la sección de su sindicato en Cananea lleva más de una semana convocando sin éxito a una “movilización” contra las instalaciones de la mina Buenavista del Cobre.
A los sindicalistas leales a Napo (que no son muchos) les surgió una vena ambientalista y decidieron “subirse al carro” de las diferencias entre el gobierno federal y Grupo México en torno al resultado de la remediación del Río Sonora tras el derrame de 2014.
Si esto le suena a aquello de que “enemigo de mi enemigo es mi amigo”, no es coincidencia.
Sin embargo, el presidente Andrés Manuel López Obrador se le salió del guion a Napillo cuando declaró en su mañanera de hoy que ya existe comunicación con la empresa para avanzar en la atención de los pendientes ambientales que queden en la zona.
Para desencanto del sindicato, habiendo diálogo y soluciones en curso, la protesta de los ex mineros de Cananea se quedó entonces sin materia y se volvió mero oportunismo fuera de tiempo y lugar.
Fuentes del gremio confirman sin embargo que la orden de protestar seguirá vigente para los mineros, pues su líder y todavía senador Gómez Urrutia decidió que así sea, esperando que algún partido de la alianza oficialista se acuerde de él para invitarlo a sus listas plurinominales y garantizarle fuero a partir de 2024.
Así las cosas, habrá en estos días antiguos mineros de Cananea poniendo el cuerpo en las manifestaciones, mientras que su líder solo pone las ideas.
Caray pues, que lo que Napo persigue es su permanencia en el poder, mantener fuero y cheque.
Si lo disfraza de justicia laboral y hay quien le cree, pues ya ni modo.
ATAJA DURAZO LA POLÉMICA
Y lo que estaba por convertirse en una crisis política para el gobernador Alfonso Durazo, parece detenerse -al menos momentáneamente.
Nos referimos al intenso debate que se generó luego que el titular del Ejecutivo estatal adelantara la intención de “cancelar” (así lo dijo) la presa Abelardo L. Rodríguez y utilizar “sólo como emergencia” (así lo dijo, también) el Acueducto Independencia.
Resulta que ayer el gobernador puso freno de mano y dijo que apenas se estaría trabajando en la integración de un comité técnico que valore la posibilidad de construir un par de presas más adicionales a la de “El Molinito” para captar los afluentes de los ríos Sonora y San Miguel. Y mandó también una señal para aquellos “que se están frotando las manos” para hacer negocio con el terreno donde se ubica actualmente la “Abelardo L. Rodríguez” pues, dijo Durazo, esos terrenos serán para uso del Estado.
Así las cosas, por lo pronto, porque este debate no se detendrá y ahora será importante revisar los requerimientos que tiene el municipio de Hermosillo en materia de gestión del uso del agua. Pero sobre esto abundaremos en la próxima Tijera.
La Tijera es un texto confeccionado con recortes que aporta el staff de colaboradores de sergiovalle.mx
Cuidado con aquel que ande descosido.