Avanzaron las gestiones del gobernador de Sonora, Alfonso Durazo para flexibilizar las políticas de la Comisión Federal de Electricidad contra los sonorenses.
¡Qué bueno!
En su conferencia de los martes el mandatario anunció que se podrán hacer acuerdos con la paraestatal para que quienes no puedan pagar su recibo acuerden prorrogar los pagos y prorratearlos entre septiembre y diciembre, evitando además los cortes del servicio pero comprometiéndose a pagar, lo cual también es correcto.
No le quitamos mérito, pero era lo menos que los sufridos y gastados usuarios del estado de Sonora nos merecemos cuando en otras entidades como Tabasco hasta les han perdonado adeudos por miles de millones de pesos.
Ahora a cruzar los dedos para que ese acuerdo que Durazo persigue para ampliar rangos y tiempos de subsidio para el próximo años aterrice pronto.
Por cierto el gobernador dijo que irá a Taiwán a promover con empresas de talla mundial el Plan Sonora de Energías Sostenibles.
Ojalá que le vaya bien y se traiga buenos amarres.
¿Y los diputados?
Por cierto y a propósito del tema de las tarifas de energía eléctrica, pudo más el presidente de la Unión de Usuarios de Hermosillo, Ignacio Peinado Luna que los mismísimos diputados federales que presuntamente representan a los sonorenses en el Congreso de la Unión.
Ni la boca abrieron, ninguno, al menos para expresar su solidaridad con la precaria economía de muchos usuarios.
La única que se pronunció sobre el tema fue la senadora por Sonora Sylvana Beltrones, pero curiosa y comedidamente muchos en redes intentaron desacreditarla, en vez de -con un poquito de cerebro- reconocer que la legisladora estaba haciendo su chamba.
Pero no, no les cupo eso en la cabeza a algunos, ni les cabrá.
Entendemos eso de la disciplina partidaria de los diputados federales sonorenses, todos de la 4T, pero nada les quitaría haber sido empáticos, al menos tantito con las causas de los ciudadanos que con su voto los pusieron donde están.
Los migrantes se suben al tren
El fenómeno migratorio hace mella en las operaciones del sistema ferroviario de nuestro país, al ser éste el medio que miles de personas han utilizado históricamente para trasladarse desde el sur de México hasta la frontera con los Estados Unidos, en donde inicia para todas estas personas un nuevo calvario: cruzar hacia territorio norteamericano.
El martes FERROMEX anunció la paralización temporal de 60 trenes, equivalentes a 1,800 camiones de carga aproximadamente en algunas regiones del país, porque incluso en sus propios patios se encuentran ya miles de personas intentando subirse a las góndolas con rutas hacia el norte.
El tema no es menor, porque es una clara señal de que el fenómeno migratorio ha tomado otras dimensiones.
No hay registros anteriores de esto, porque tampoco se había dado un desplazamiento de tantos miles de personas buscando llegar al vecino país.
No se sabe que estas decisiones vayan a llegar a Sonora, en principio porque nuestro estado es destino, más que punto de partida.
Aquí ya vivimos a diario muchas expresiones de esa problemática, en las centrales de autobuses, en las calles donde se aparecen los migrantes pidiendo dinero, en los albergues donde las manos que dan son rebasadas por las manos que piden y no se le ve un final a todo esto.
La medida anunciada por esta empresa es temporal, sin embargo la solución no está en ellos, sino en las autoridades que tendrían que darle cause a esos deseos de tanta gente que huye de la pobreza o incluso de gobiernos represores de Centroamérica.
Así que esa temporalidad estaría sujeta a la capacidad de respuesta de los gobiernos y ahí es donde surge la duda.
La Tijera es un texto confeccionado con recortes que aporta el staff de colaboradores de sergiovalle.mx
Cuidado con aquel que ande descosido.
