El gobierno de Estados Unidos busca detener una expedición planeada para recuperar elementos de interés histórico del Titanic.
La expedición está organizada por RMS Titanic Inc., la empresa de Georgia es propietaria de los derechos de salvamento del naufragio más famoso del mundo y exhibe artefactos que han sido recuperados del lugar del naufragio en el fondo del Atlántico Norte, desde cubiertos hasta una pieza del casco del Titanic.
Estados Unidos busca evitar esta expedición, citando una Ley federal y un acuerdo internacional que tratan el naufragio como una tumba sagrada.
Esto se da meses después de que el sumergible Titán implosionara cerca del transatlántico hundido, en el que murieron cinco personas.
La batalla en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Norfolk, Virginia, que supervisa los asuntos de salvamento del Titanic, depende más bien de la ley federal y de un pacto con Gran Bretaña para tratar el Titanic hundido como un monumento a las más de mil 500 personas que murieron.
Estados Unidos sostiene que entrar en el casco cortado del Titanic (o alterar o perturbar físicamente los restos del naufragio) está regulado por la ley federal y su acuerdo con Gran Bretaña.
Entre las preocupaciones del gobierno está la posible alteración de los artefactos y de los restos humanos que aún puedan existir.