El nuevo coronavirus de Wuhan continúa con su preocupante avance. Después de que el pasado jueves se detectaran los dos primeros casos en el extranjero –en Tailandia y Japón–, este fin de semana las autoridades chinas han confirmado una nueva oleada de infecciones en Wuhan y los primeros tres positivos en otras ciudades del país.
También una nueva víctima mortal, el tercer fallecido hasta la fecha a causa de esta extraña dolencia. Corea del Sur, por otro lado, ha confirmado este lunes su primer caso.
El número de infectados se ha disparado en Wuhan, la ciudad en el centro de China que se considera el origen del brote.
La Comisión Municipal de Sanidad ha informado que una tercera persona falleció el sábado a causa del misterioso virus, el cual provoca síntomas similares a los de una neumonía, ocasionando fiebre y dificultades respiratorias.
Su muerte se suma a la de otros dos hombres, de 61 y 69 años respectivamente. Ambos padecían enfermedades pulmonares de antemano y perecieron por las complicaciones derivadas de la infección.
Las autoridades locales han detallado que se han detectado 136 nuevos positivos –59 el sábado y 77 el domingo–, lo que eleva el número total de casos confirmados hasta la fecha a 198.
La Comisión Municipal defendió la semana pasada que no se habían producido nuevos casos desde el 3 de enero, dando a entender que la situación estaba controlada, y que la transmisión entre humanos parecía poco probable, aunque no podía ser descartada por completo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha corroborado los últimos datos a través de su cuenta de Twitter, aunque los ha atribuido al aumento de información disponible sobre el virus.
“Esto [los nuevos casos] es el resultado de una mayor búsqueda y testeo del 2019-nCov [nombre oficial del coronavirus descubierto hace dos semanas] entre los pacientes que sufren enfermedades respiratorias”. “La OMS está proponiendo estudios sobre el nuevo coronavirus que pueden llevarse a cabo en China y en cualquier otro lugar para entender mejor la transmisión, factores de riesgo y el origen del virus. Estos trabajos requerirán tiempo y recursos”, añadía la institución en una publicación posterior.
Al mismo tiempo, la Comisión Nacional de Salud de China ha revelado la detección de otras tres nuevas infecciones, las primeras en territorio doméstico fuera de Wuhan: dos en la capital Pekín y otra en Shenzhen, población que enfrenta Hong Kong desde suelo continental.
Pero esto podría no ser todo. Existen rumores, asimismo, de que se habrían identificado varios casos sospechosos en Shanghái. Así lo exponía un doctor de uno de los principales hospitales de la ciudad en declaraciones anónimas al diario hongkonés South China Morning Post.
“Nuestro centro está llevando a cabo sesiones de entrenamiento sobre prevención y tratamiento del virus. También se están apresurando las compras de máscaras, gorros y desinfectantes”, afirmó. “Siendo sincero, estoy asustado. Es un nuevo virus con muchos aspectos que todavía no están claros”.
El Centro chino de Control y Prevención de Enfermedades publicó el sábado un comunicado a través de su página web y redes sociales, en el que subrayaba que este nuevo virus “no es el SARS”, una epidemia originada en China y que acabó con la vida de más de 700 personas por todo el mundo entre 2002 y 2003.
El centro también desestimó los “rumores” que apuntan a que centros sanitarios fuera de Wuhan podrían estar ofreciendo en secreto tratamiento a personas infectadas con el virus. El domingo, la Comisión Nacional de Salud china se sumó con un texto en el que llamaba a la calma, caracterizando la situación como “previsible y controlable”, al tiempo que reconocía necesario “un seguimiento de cerca para descubrir nuevas mutaciones”.
La publicación del centro ha generado más de 5 mil comentarios en Weibo –red social china similar a Twitter–, una mayoría de ellos expresando preocupación ante el desarrollo de los acontecimientos. “¿No han encontrado la fuente de la infección y se atreven a proclamar que la epidemia está bajo control? Cualquiera que tenga un mínimo de conocimientos médicos sabe que lo más grave que puede ocurrir en estas situaciones es que la fuente no esté localizada”, escribía un usuario. Las investigaciones de las autoridades han apuntado desde el primer momento a un mercado de pescado y marisco en Wuhan, donde el virus se habría transmitido de un animal a varias personas. La zona permanece en cuarentena desde hace varias semanas, aunque no se descarta que pueda haber otros focos.
Otros muchos mensajes alertaban de la proximidad del año nuevo chino, celebración que tendrá lugar el próximo sábado 25 de enero y famosa por constituir la mayor migración humana del mundo con más de 3 mil millones de desplazamientos.
“Las fechas se acercan y Wuhan es un gran nudo de transportes, espero que todo el mundo preste atención para protegerse”, manifestaba otro internauta.
Tanto China como el resto de países de la región han comenzado a extremar las medidas de seguridad en aeropuertos y estaciones de tren. Unas imágenes difundidas esta mañana en redes sociales muestran a un equipo de personal médico vistiendo equipos de protección y revisando, uno a uno, la temperatura corporal de los pasajeros de un avión que abandonaba la ciudad de Wuhan.
Algunos comentarios, asimismo, han reaccionado con escepticismo, desconfiando de la veracidad de las informaciones oficiales. Aunque el Gobierno chino ha mejorado mucho su reacción con respecto a la gestión del SARS, epidemia mantenida en secreto durante semanas, todavía existen dudas razonables sobre la transparencia de los datos: mientras nuevos casos salían a la luz en el extranjero, la cifra de infectados se mantenía, hasta este fin de semana, estable dentro de sus fronteras.
Un estudio reciente elaborado por el Centro de Análisis de Enfermedades Infecciosas Globales del Imperial College de Londres estimaba que, a fecha del 12 de enero, el número de infecciones probables se elevaba a mil 723. “Es probable que el brote de un nuevo coronavirus en Wuhan haya causado una cantidad de enfermedades respiratorias leves o moderadas sustancialmente mayor de la que se ha ofrecido”, rezaba el texto, producido con apoyo de la OMS.
Fuente: elpais.com