La Universidad de Sonora se adelanta a la celebración por el Día de la Candelaria que es el 2 de noviembre, es en la fecha que se “paga” el compromiso de haber obtenido al niño Dios (o el monito) en la rosca de Reyes del 6 de enero, día de la epifanía.
En esta fecha de febrero se acostumbra que quienes encontraron el premio, a la que también llaman bendición, en su trozo de rosca, se convierten en los padrinos del niño Dios y tienen que compartir los tamales.
También se acostumbra que vistan de gala al niño y lo lleven al templo, pero es más común la celebración culinaria en la que, deberíamos tener un límite para la ingesta calórica.
Lo ideal sería comer dos tamales, ya que estos representan más de mil calorías, sin contar las bebidas y los acompañantes que pueden ser unos frijolitos.
Teresita de Jesús Martínez Contreras, académica del Departamento de Ciencias Químico Biológicas, informó que este alimento tradicional en el país se consume en tres presentaciones: de carne, de elote y, en menor medida, de frijol.
La diferencia es que el tamal de elote tiene más grada por la mantequilla que se usa en la preparación y el de carne tiene manteca en la masa, así que haz cuentas de las calorías que seguramente vas a disfrutar.
En cuestión médica o nutricional se asume que debemos consumir entre 2 mil y mil 600 calorías ¡al día!, dependiendo de la actividad física que realicemos, nuestra edad y género, un solo tamal aporta 500 calorías, así que te quedarían mil 500 para el resto del día, ¿cuántos tamales te comes?
A estas calorías de un solo tamal, agrega las comidas poco saludables que consumes, como la fast food o las frituras y ni qué decir de las bebidas con las que se acompañan estos productos.
Martínez Contreras señaló que lo más recomendable es utilizar menos cantidad de manteca al amasarlos, ya que este ingrediente es para unir la harina, y también tienes que cuidar los ingredientes que llevan los frijolitos o cualquier otro acompañante de este platillo tradicional.
Receta saludable para “no pecar”
Julio Iván Duarte, docente del Departamento de Ciencias Químico Biológicas, compartió una receta para preparar tamales que respeta los ingredientes originales, pero permite un menor aporte de calorías.
Indicó que, como se sabe, la base de un tamal es la masa, la carne o elote y la manteca; aceitunas, papas y chile es opcional de cada receta; recomienda que la manteca sea vegetal y que se reduzca la porción, que no sea un kilo de manteca por uno de harina, sino usar primero medio kilo para ligar los ingredientes.
Señaló que se empieza a agregar calor acremando con las manos la manteca y ya que esté más blandita o acremada se empezará a batir con una batidora eléctrica, durante al menos cinco minutos; en ese tiempo, comenzará a crecer en el recipiente hasta multiplicar su volumen entre seis y ocho veces su tamaño.
De esta manera, comentó, se podrá reducir la mitad de calorías en ese medio kilo de manteca que no agregamos sin alterar la receta, ya que los toques que se le da al coser la carne o elotes es lo que les da el sabor.
Si se agrega, además, un litro o dos de pinole de maíz a la masa el tamal puede duplicar su tamaño y cumple la función de levadura sin cambiar sabor y textura.