Debido a los aumentos de Covid-19 en Shanghái por tercer día consecutivo, con 21 mil nuevos casos, y 26 millones de personas en confinamiento sin que se den señales de reducir, aún con el reforzamiento de restricciones, autoridades de Pekín reconocen el fracaso para aislar la ciudad por etapas.
Es necesario, consideran, estrechar la política de tolerancia cero para evitar situaciones de emergencia y que el sistema médico colapse, por lo que intensifican medidas de control del virus, incluyendo la movilidad, las pruebas masivas e implementando nuevos centros de cuarentena
Entre las ciudades que han tomado medidas esta semana se encuentra Zhengzhou, en la provincia central de Henan, que el jueves dijo que realizaría pruebas a sus 12.6 millones de residentes tras detectar algunos casos asintomáticos.
En Pekín se realizan pruebas de Covid-19 de manera periódica a los empleados de sectores claves, exigen también que se hagan al menos una vez por semana en las agencias donde atienden a adultos mayores, en las escuelas y donde manejan productos importados.
Luego de haber mantenido a raya el virus, que surgió en este país a finales de 2019, las restricciones que dieron éxito se han mantenido y se estudia implementarlas de manera más estricta en las cien ciudades más importantes de China, aunque puede afectar el impacto económico.
Si el confinamiento de Shanghái se prolonga durante todo el mes de abril, la ciudad sufrirá una pérdida del 6% del PIB, lo que equivale a un descenso del 2% en el PIB chino, señaló en una nota Iris Pang, economista jefe de ING para la Gran China.
En total, tan solo en Shanghái, el brote de Covid-19 ha superado los 130 mil casos, casi 150% más que lo detectado cuando surgió el virus en la ciudad de Wuhan.
Fuente jornada.com.mx