Por Germán Lohr
Basta revisar la prensa nacional para darnos cuenta del clamor generalizado de los municipios por el escaso apoyo de la 4T por cuatro años consecutivos. Me recuerda al famoso grito o clamor de Haro del medievo, una especie de S.O.S. para pedir auxilio.
El Presupuesto Federal de 2022 no pinta nada bien ya que han desaparecido muchos programas, tanto para infraestructura urbana como para desastres naturales, pueblos mágicos y el de seguridad pública entre otros.
En términos llanos o sencillos hoy vivimos más centralismo que federalismo y a las pruebas me remito. Ahí está el frente común de varias alcaldías que están pujando en el Congreso de la Unión por mayores fondos públicos.
Hay lo sabemos aquí, allá y acullá, municipios en quiebra o con serios problemas en sus finanzas y no hay gobierno estatal que pueda salvarlos, y no se diga con problemas serios de prestación de servicios públicos básicos.
En pocas palabras: están pasando como se dice vulgarmente las de Caín y las de Abel juntas. Les urge a estos alcaldes organizarse y compartir experiencias y proyectos exitosos que los hay.
En consecuencia, no debemos olvidar que varios de estos municipios son claves para mantener o acrecentar la competitividad de sus regiones al igual que para beneficio de la recaudación federal en los tres impuestos importantes que son el ISR, IVA Y IEPS.
Ahora bien, si queremos mejorar la recaudación de los tres órdenes de gobierno se requiere pensar en premiar aquellos que eleven la recaudación en general de tal manera que se vuelvan atractivos para la inversión privada cualquiera que esta sea.
Esta Alianza Va Por México, así se llama, debe armar desde ya su propia agenda común y van por buen camino al presentar un presupuesto alterno que contempla una bolsa de 10 mil millones de pesos para poder apalancar proyectos prioritarios.
Se habla ya de al menos 500 municipios que de manera urgente lanzan este clamor de Haro o grito desesperado en beneficios de sus regiones y su gente.
Espero sean escuchados y logren arrancarles un pelo a los cuatro proyectos emblemáticos de la 4Ty, en el caso nuestro, ya veremos cómo pinta el verde ahora guinda en esta agenda urgente.
No son -por fortuna- los alcaldes de lugares específicos y prósperos del país; los quejosos son de los cuatro puntos cardinales y que además están apoyados por organismos empresariales que también demandan reasignaciones presupuestales.
De nueva cuenta se presenta un PEF 2022 cuestionado de pies a cabeza, más aún después de varios que han acrecentado los recursos escasos en programas clientelares poco evaluados y cuyo impacto es cuestionable en cuanto a crecimiento económico y disminución de la pobreza.
No olvidemos que hay una alta concentración de los recursos públicos en pocos proyectos y pocas regiones cuya viabilidad está en entredicho a estas alturas del sexenio.
Tan solo Pemex y CFE junto con el aeropuerto, la refinería y el tren se llevan la tajada de león y el resto del país mirando como el chinito.
Mientras son peras o manzanas especialistas y varias organizaciones civiles sostienen que es posible una reasignación superior a los 300 mil millones de pesos nada mal para varios programas.
Recuerdo el de 100 ciudades donde, a partes iguales, se dupla o triplicaban los recursos públicos en beneficios del territorio nacional y del mayor número de población posible.
He dixi
