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Romances falsos y empleos buenos: las estafas más comunes en Internet

por Staff Sergio Valle

Aunque las advertencias sobre los malos ratos, por decir lo menos, que pueden pasarse mientras se hace uso del Internet, lo cierto es que las personas siguen siendo víctimas de los delincuentes digitales, que cada vez se profesionalizan más.

Un informe de los expertos en ciberseguridad ESET Security repasa los procedimientos más utilizados por los criminales cibernéticos para engañar a los centennials (o generación Z, nacidos entre 1996 y 2012) mientras navegan por la web.

El informe señala que suelen ser confiados y por eso es más fácil manipularlos. Uno de los motivos por los que son víctimas de los fraudes cibernéticos es porque se encuentran en todas las redes sociales, al igual que los estafadores, quienes utilizan enlaces con información sensacionalista que los envía a un web malicioso.

Otros métodos son invitándolos por mensajes en las redes o chats directos para que participen en concursos o sorteos, incluso lanzan el anzuelo para ayudarlos a conseguir más seguidores o “like”, con el único fin de acceder a sus dispositivos y robar sus datos.

Se considera que la pandemia ha ayudado a la gente a encerrarse en sus casas y a habituarse a más navegación y a hacer con más frecuencia compras en línea, es ahí donde los estafadores ponen la tentación de las ofertas increíbles con marcas y productos de moda, así las personas lo compran, lo pagan y nunca lo reciben; en cambio el ciberdelincuente ya tiene los datos de las tarjetas con las que se hicieron los pagos fantasma y pueden hacer uso del dinero que hay en ellas.

Las becas falsas también son otra estrategia para enganchar y fraudear a los cibernautas; el alto costo de las colegiaturas, reducido por promociones en línea suelen ser una tentación a la que muchos acceden.

La oferta de empleos demasiado atractivos es otro de los anzuelos que suelen lanzarse a los centennial: pocas horas de trabajo, salarios magníficos, home office y sin pedir mucha experiencia.

Y por último, pero no por ello importante: ¡los romances en línea! ¿Quién no quiere encontrar a su príncipe azul o a la mujer de su vida con tan solo un clik? Pues los estafadores saben cómo llamar la atención y cómo aprovecharse de la necesidad de los cibernautas en el tema del amor, de la necesidad de compañía y actúan… Obviamente en contra de sus ilusas víctimas.

La historia es de muchos conocida, el estafador se hace pasar por una persona atractiva, con las características que busca la víctima, establece una relación y termina robándole su dinero o sus datos.

Los más aborrecibles son los que terminan manipulando a sus víctimas a través de fotos íntimas para luego extorsionarlas bajo la amenaza de difundir dicho material demasiado personal si no accede al chantaje.

Fuente elpais.com

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