El Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA) advierte que en esta década más de 110 millones de niñas menores de 18 años de edad contraerán matrimonio en contra de su voluntad.
Durante la pandemia de Covid-19 los matrimonios infantiles y de adolescentes se han aumentado de manera extraordinaria en países de América Latina y el Caribe y la cifra alarmante puede ir en aumento.
Con esta cifra, se supera el mayor número de matrimonios en este grupo poblacional en 25 años; se estima que hacia el año 2022 podrían casarse 4 millones de niñas.
Problemas como la violencia propiciada por la crisis económica durante la pandemia ha sido factor para que se duplique el número de matrimonios a temprana edad, lo que acarreará como consecuencia una alta cifra de embarazos en adolescentes en todo el mundo.
Como consecuencia del matrimonio a temprana edad, la desinformación y los abusos sexuales, cada año, 1.5 millones de adolescentes en Latinoamérica y el Caribe dan a luz. La UNFPA estima que podrían registrarse hasta 400 mil y 500 mil embarazos más para este año.
World Vision recomienda a las naciones sin legislación para prohibir el matrimonio infantil y aprobar las reformas correspondientes, asimismo, afirma que ayudaría crear servicios y apoyos económicos para prevenir y responder a esta violencia contra la niñez.
En nuestro país, en 2019 se prohibió el matrimonio infantil. Mientras que en países más pobres, casi 40% de la niñas se casan.
Para Dana Buzducea, líder global de incidencia, “la niñez es sagrada, cada una de las niñas que son forzadas a casarse representa una tragedia de largo efecto y alcance: pupitres vacíos en las aulas, niñas tratadas como mercancías y la pérdida del potencial económico y social de cada una”.
Fuente forbes.com.mx